Adif Alta Velocidad ha adjudicado al consorcio de ingenierías compuesto por Inse Rail, Grusamar, Eptisa y GOC la supervisión de las obras de la futura estación pasante de Atocha que permitirá que los trenes que salen de Chamartín hagan parada en la terminal sur de la capital, además de ampliar la capacidad de la terminal.
El contrato de supervisión cuenta con un presupuesto de 17,7 millones de euros y un plazo de ejecución de 7,5 años.
Con esta actuación se completa el ambicioso plan del gestor ferroviario para ampliar la capacidad de la red de alta velocidad y convertirá a Madrid «en una gran estación de tren con dos terminales, Atocha y Chamartín». Conectará el túnel de alta velocidad que cruza Madrid de norte a sur con el trazado por el que acceden los trenes que proceden de Barcelona y Andalucía, permitiendo que puedan continuar hacia destinos del norte de la Península.
La estación pasante, que será subterránea, estará situada bajo la actual Puerta de Atocha y la calle Méndez Álvaro. Tendrá cuatro nuevas vías y dos andenes, y su ejecución conlleva «una gran complejidad técnica», aunque no implicará cortes en la circulación de trenes. Tendrá dos entradas: una, al norte, desde la terminal actual y otra más al sur para dar acceso al entorno de Méndez Álvaro, donde se instalará una plataforma de intermodalidad para taxis, VTCs y vehículos particulares. Además, se remodelará la parte norte de Puerta de Atocha.
Se articulará en varios niveles: a la cota de 600 metros de altitud se situarán los andenes; por encima, a 607 metros, se ubicarán dos salas de embarque al norte y al sur, y sus pasarelas de comunicación. En un piso superior a 611 metros se situará el vestíbulo sur de Méndez Álvaro, incluida la bolsa de taxis; y a 624 metros se conectará con la planta primera del vestíbulo de salidas de Puerta de Atocha. La estación subterránea se completa con un lucernario central y un muro cortina.